En un lapso de diez días los habitantes de la urbanización Valderrobles fueron víctimas de la explosión de dos carro bomba que le provocaron la muerte a cinco personas, dejaron heridas a más de 40 y ocasionaron cuantiosos daños materiales.
A las 10:10 de la noche del 28 de diciembre de 1992, en el momento en el que pasaba una patrulla de Policía explotó un carro bomba cargado con 80 kilos de dinamita en frente de la urbanización Valderrobles, en el occidente de Medellín. En el lugar murieron los policías Luis Eder Ruiz y Gonzalo Orozco y un civil. Seis personas resultaron heridas.
Las pérdidas materiales fueron calculadas en 400 millones de pesos. La onda explosiva destruyó al centro de servicios Uniroyal, a cuatro vehículos y a un restaurante.
Se repite la tragedia
Diez días después de este atentado que conmocionó a la ciudad, Valderrobles volvió a ser noticia. El 7 de enero de 1993, a las 10:40 de la noche, un vehículo Renault que contenía cerca de 100 kilos de dinamita explotó en el puesto 64 del sótano de este conjunto residencial de 108 apartamentos. Por lo menos 40 personas, entre ellas cuatro niños, resultaron heridas.
La onda explosiva destruyó a más de 40 vehículos que estaban parqueados en el piso subterráneo y en las celdas al aire libre. Además, provocó daños en las puertas, ventanas, rejas y columnas de los apartamentos, que fueron calculados en $375 millones de pesos.
De imprevisto
Momentos antes de la explosión Óscar Nelson Jiménez y Henry Alexander Toro, dos jóvenes de 22 años, llegaron a Valderrobles, en donde días antes alquilaron la celda 64 del parqueadero, con la intención de reparar el vehículo que estaba averiado. De acuerdo con algunos testigos, los hombres pretendían detonarlo en otro lugar de la ciudad, sin embargo, cuando iban a salir este explotó y les ocasionó la muerte inmediata.
Los dos atentados que afectaron a la urbanización Valderrobles demostraron que la guerra no cesaba y que los ciudadanos no podían sentirse seguros ni siquiera en sus hogares.