El 17 de septiembre de 1986, el periodista Raúl Echavarría Barrientos fue asesinado por el parrillero de una motocicleta al frente de su casa en el barrio San Fernando, al sur de Cali. El subdirector del Diario de Occidente era un crítico acérrimo del narcotráfico.
Cuando Raúl Echavarría se estaba bajando de una camioneta propiedad de este periódico, recibió cuatro impactos de bala. De inmediato fue trasladado al hospital Evaristo García, en donde fue atendido por su hijo, el médico Héctor Raúl Echavarría. A pesar de los intentos por salvarle la vida, falleció.
Su postura
Su columna denominada Molino de viento, siempre fue un espacio claro para mostrar su percepción crítica sobre la realidad política del país y la creciente inseguridad de Cali. Asimismo, defendía la pena de muerte para los narcotraficantes. Incluso, el día anterior a su asesinato, escribió apoyando la extradición de aquellos que tenían nexos con este negocio ilícito. A pesar de la contundencia de estos pronunciamientos, sus familiares aseguraron que nunca habían recibido amenazas ni ningún tipo de intimidación.
Caso inconcluso
Este crimen hizo parte de una escalada violenta que tuvo como antecedente el asesinato del médico oriundo de Palmira, Mario Humberto López. Aunque se cree que este es uno de los tantos asesinatos ordenados por los narcotraficantes colombianos, no hay una sentencia que lo confirme, pues el caso fue cerrado y permanece impune.